14 DE ABRIL DE CUALQUIER AÑO

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UNA IDEA DE LA RÉPUBLICA QUE NO VA A GUSTAR A NADIE (parafraseando el libro “Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie (2005)” de Juan Eslava Galán

Aristóteles:"Un montón de gente no es una república".


De nuevo es otra vez 14 de Abril. Otra vez es una fecha de ánimos reivindicativos para una mitad, y de pasiones desatadas para la otra mitad por tapar lo que en su día debía haber quedado “atado y bien atado”. Una mitad de la piel de toro nuestra se empeñó en desatar esos nudos marinos ferrolenses creados a golpe de chorros de sangre. Y que me perdonen los de El Ferrol. La otra mitad solo consigue mentir, llenarse los bolsillos, poner carita de pena de que nunca han roto un plato y, al sentirse acorralados, amenazar como perros rabiosos babeantes. La cultura , a veces, no da para más.
14 de Abril. Al pobre iluso moribundo que había creado fronteras hacia el exterior para que las hordas no nos invadiesen, le sigue saliendo el tiro por la culata. Mientras el alma de científicos e intelectuales traspasaban confines y llevaban casi con rubor más allá de los lindes marcados a vista de “naranjeros” la tarea de “hacer patria” porque aquí se les vilipendiaba, el sentimiento de que atrás se dejaban algo muy hondo volvía irremisiblemente. Y vuelve cada 14 de Abril. Y cada año. Y cada año con más rabia, aunque ahora parezca contenida.
En el 14 de Abril, a esos que llaman pobres ilusos porque miran al pasado, pidiendo a gritos que les devuelvan un trozo de su corazón que les fue robado por el mismo diablo, sepultadas vidas por completar ya fuese en San Lorenzo, en La Pedraja, en Badajoz, en Andalucía o en Castuera porque un usurpador de la voluntad popular quiso poner cerrojos al viento y a la palabra, ahora no les es negado este 14 de Abril de esperanzas truncadas.



En los 14 de Abril, que no debiera ser solo 14, porque 14 tiene que ser todo el año, y así 364 días más por décadas y décadas, un recuerdo queda para esos pobres engañados, los lacayos y ciegos esbirros, que siguen empecinados en su ceguera, irrecuperables ya, y procesionan a su santo patrón, pidiendo la rápida subida a los altares del difunto tirano colocando sobre su losa de mármol los laureles conseguidos en ultramar hace cientos de años por otros tratantes de esclavos indios.
Nostálgicos de bigotillo ramplón, misa de doce y Caídos en el Valle que lágrimas costó a los del 14 de Abril, éstos despojados de sus derechos a punta de pistola, a punta de vástagos robados con el favor de negras sotanas y a punta de tirase al monte esperando un resurgir de los que se les arrebató y que acababa implacablemente en el garrote vil de cualquier plaza. Y esa justicia de “ellos” no era para dar ejemplo, si no para meter miedo y sembrar, sin saberlo, creyendo que todo estaba controlado, el odio que corre por las venas de todos los 14 de Abril.
Pobres son de solemnidad los que se han dejado tiranizar con ideas utópicas y rimbombantes, con bocadillos de mortadela, autobús pagado y cincuenta pesetas de aquellas, por querer ver reyes en Oriente, perfectamente emplazados, impasible el ademán, con himnos que hablan de mirar al sol de frente, de madres que lloran (todas las madres lloran por sus hijos), de tardes de toros o finales de fútbol. Por aquello de “panem et circenses”. Pan poco y enmohecido. Circo, poder ver los desfiles de los payasos por la calle. Y que me perdonen los payasos. 2ª disculpa y no habrá más de éstas.




14 de Abril. Se abre el interrogante de qué tiempo sería dominante, próspero, altivo, del resurgir de viejas glorias y de bien estar social. Y se piensa, si con él se vivía mejor o si sin “Ellos” se viviría mejor todavía, amancebados como están en una trona privilegiada destinada a niños pequeños, con sus rabietas, sus pataletas, sus pajaritos sus gaviotas y su incesante prole, comiendo y respirando de gorra, mientras el pueblo languidece estoicamente por sus desvaríos y su sin razón continuada, los unos coronados por pernada y los otros cornudados por la estupidez del voto incumplido. Pero lo que se lleva encima de la cabeza, sean cuernos, diademas o noblezas no les pesan. Ese peso es privilegio de los de abajo, el soportarlo
Otro 14 de Abril. Y van… Todo sea por seguir quejándonos de los trajes de etiqueta mientras seguimos aupándolos a su mecedora con aroma a arroz fresco y naranjales. Todo sea por hablar a destiempo de los ladrillos que ni los albañiles inmigrantes pueden colocar mientras les miramos desconfiados, porque les vemos como delincuentes, cuando retiramos del cajero la migaja de los 400 (el que pueda y tenga)
Un nuevo 14 de Abril que sigue forjando esperanzas, anhelos e ilusiones en unos, y rencor, odio y sin razones en otros. Solo queda la voz de Machado: “Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón. Nunca me consideré republicano total, menos monárquico, pero por algún sitio se ha de empezar, aunque sea detrás de un teclado.
Miranda de Ebro. Burgos. 14 de Abril de 2011

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