HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE, 2ª PARTE

¿UN FINAL ESPECTACULAR PARA UNA DE LAS SAGAS MÁS FRUCTÍFERAS?

Título original: HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS, PART II
Año: 2011
País: Reino Unido
Director: David Yates
Guión: Steve Kloves, según la novela de J. K. Rowling
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Eduardo Serra
Reparto: Daniel Radcliff, Emma Watson, Rupert Grint, Helena Bonham Carter
Productora: Warner Bross Pictures, Heyday Films

Dicen que todo lo que empieza acaba. Para los muchos seguidores de la saga de películas de Harry Potter, de los libros de ese prolífico personaje que es Rowling (cada vez se parece más, por extensión, a Ken Follett o a Stephen King, treinta y siete horas al día llenando folios y les falta tiempo) e incluso para los vendedores de "chuches", mochilas, zapatillas, preservativos para la varita mágica y demás parafernalia salidas de las mismísimas entrañas obscuras (¿A que hacía muxo ke no veías escrito así el palabrejo? Es para hacerlo más OBSCURO) de Hogwarts no queda nada más que rascar. Pero hasta eso me atrevo a poner en duda. ¿No hay más cera que la que arde? Me temo que no. No veo a los productores después de esta octava entrega quedándose de brazos cruzados pensando que se les ha acabado el chollo. Los actores ya están muy creciditos y los paisajes muy manoseados. ¡Como para ir pensando en una nueva entrega!. Como no sea un largometraje donde se mezcle la magia de las nupcias de los tortolitos, cuervos y parientes gorrones incluidos, la amenaza fantasmagórica de tener que fichar en el INEM y que en la noche de bodas no le funcione la varita mágica a Harry... Pero eso sería otra historia.
Puestos a imaginar una réplica cañí, Pajares y Esteso se podrían llevar el premio gordo de la mano de Ozores en los roles de Harry y Ron. Como Hermione, la Campanario. El título: "Javi, el porrero y las divinas de la muerte", actriz invitada, la Esteban, como la bruja Piruja, Mariano (el Corto, no, el otro) como el malvado Lord Voldemort. Secundarios de lujo: el Zapa como Albus Dumbledore, el director inoperante y el gigante a su sombra, Rubeus Hadrid interpretado por el "Rubal".
EN SERIO:
Entonces, ¿Que tiene esta entrega que ha encandilado a casi todos los palomiteros que han perdido (o ganado) dos horas largas de su vida asustándose con un 3D cuidado con mimo (no es un desperdicio de tiempo, que los efectos están muy logrados en el uso que se les da) y que ha logrado dejar un poso nostálgico en los seguidores y en los que no lo somos tanto?.





De entrada no es totalmente fiel al libro. Tanto en esta resolución como en las anteriores entregas es muy difícil y complicado ser fidedigno y resumir en un par de horas largas lo que esconden cientos de páginas y cavilaciones. Eso es una de las virtudes que a estas "Reliquias..." no le quita mérito, porque las licencias de su guionista y, o director son perfectamente disculpables. Digamos que vamos a tener algo de manga ancha con las licen cias, valga la redundancia licenciosa.
No hay hueco para el aburrimiento. En momentos se convierte en vertiginosa, a veces es previsible y provoca una sonrisilla cómplice, y en otros momentos se desborda, 3D a saco, para dejarte atenazado al asiento y exprimiendo con las dos manos el cucurucho gigante de palomitas, que qué culpa tendrá él. Pero eso está muy bien. Porque pocas películas en la actualidad sirven para pasar el rato y que te concedan el permiso para estornudar con tus risotadas, saltar en la butaca y patalear la butaca de enfrente con el fin de que la melena del vecino de la fila anterior se de por enterado que tú también estás disfrutando en el cine. Como él. (Ésta tontería es cierta. Hace bastantes años, en una butaca detrás de la mía, llegué a cabrearme "un puñaico" con un pesado que no paraba de brincar de alegría viendo "La Vida De Brian" en un cine de Arte y Ensayo de Zaragoza. Cuando me revolví para recriminarle su actitud (?) estaba mirando a la pantalla, carcajada en ristre, los ojos como platos y con una cara de felicidad que no tuve por menos que seguirle la corriente y disfrutar de los Monty, pero en esos momentos, cambiando el chip, aunque entonces no había, y pasando un buen rato como él, sin buscarle tres piés al gato. La película era en versión original subtitulada, que ésta es como hay que verla y no en el "españinglis" que nos la versionearon).

Yates, el director, ante esta nueva entrega se ha encontrado un problema doble y millonario. No defraudar a los millones de fans y no defraudar a la productora y los millones que pensaban recaudar y que ya llevan por muy buen camino. Quizá el esfuerzo lo ha merecido porque, insisto, para cerrar esta larga saga que arrancó con un librito en 1997 (H.P. y la Piedra Filosofal), hay que tenerlos muy bien puestos para no defraudar. Y los medios suficientes, que esta peña no repara en gastos. Hay un personaje que, aunque no pasa desapercibido, no se deja eclipsar fácilmente. El señor Snape (HAGANME EL FAVOR DE PERSEGUIRLE POR TODA LA PANTALLA) cumple todas las expectativas sobre manera aunque no exaspera como los malosos-malosos, ni llega a ser un total retorcido. Es la ambiguedad de cintas, como Batman, donde el bien y el mal, el poder y la sumisión, las trompetas de la libertad (¡huy!) y las ansias de revancha marcan el dicho de Eastwood: "Tan malo eres tu como yo, que yo como tú, que tú como yo ¿Quién es el malo de los dos? (Ver "Dark Death", por ejemplo).
Con un epílogo y un besazo de los que hacen saltar lágrima tontorrona, aunque no tanto, tanto, nuestra octología se despide hasta un "¿Ever forever?" que nos deja buen sabor de boca, un poso en el estómago, y una nostalgia que nos va indicando que diez años de saga no pasan en balde, vamos madurando y empezamos a peinar canas y pensar en hipotecas interminables.
Por lo menos durante un par de horas no habremos pensado en los cabrones de los banqueros, en los chorizos de los políticos y sus trajes, en la visita ULTRA millonaria del cancerbero de la Gestapo, y, hablando mal y pronto, NI PUTA FALTA QUE HACE.
SINOPSIS, por aquello de que no sepas de qué va esta vaina:
El final ha llegado. Harry, Hermione y Ron deberán encontrar la forma de recuperar la espada de Gryffindor que les permitirá destruir los últimos horrocruxes que aún no han encontrado. Mientras tanto Lord Voldemort cada día está más cerca de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter. La única esperanza de Harry es encontrar los horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. Mientras busca pistas, descubre una antigua y olvidada historia: la leyenda de las reliquias de la muerte. Y si esta resultara ser cierta podría dar al malvado Lord el poder definitivo que ansía. Poco puede imaginar Harry que su futuro está escrito desde que era niño, y ahora se ha de enfrentar a la misión para la que se ha estado preparando desde el día en que pisó Hogwarts por primera vez: la batalla final contra Voldemort.
TRAVESURA REALIZADA, HARRY.