Gallo que no canta...

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¡Cómo me gusta mi queridísimo país de quejicas y de prepotentes ilusionados, obcecadas ambas partes de hacernos salir de una crisis de la que se están aprovechando los cuatro listillos de siempre y algún nuevo llegado y advenedizo, y a los demás que nos parta un rayo o que nos den sopas con onda, pero sin sopa, sopa boba, que antaño era gratuita y que ahora nos cuesta nuestros escasos reales y diminutos recursos, que aquí se cobra hasta por respirar.
Los que más han estafado y enriquecido a costa de los de abajo son los que más se quejan y reciben más ayudas del gobierno, aunque siempre con la mirada desaprobatoria de la derecha, acostumbrada a quejarse porque sí, porque les sale de ahí abajo, aunque no sepan qué es lo que les cuelga entre las piernas, que a veces para lo que lo usan, mejor se dedicasen a hacer punto de cruz. Jesús, qué cruz.
Aquí la historia va de que la Iglesia en Toledo pide una resarcición económica de 30.000 euros a un conferenciante que les acusa, con muxa razón, de que han sido explotadores, manipuladores, asesinos y pederastas durante su larga historia. Y los del PSOE a darles la razón. Mecachis...
La banca solicita créditos tipo yanki al cero zapatero por ciento para limpiar sus basurillas internas. Mientras, cierran sucursales, despiden personal, limitan los créditos y hablan de euribores y miles de millones como quien se fuma un cigarrillo de liar. Y nos siguen liando con sus intereses. Los de ellos, claro. Y los de arriba a conceder y darles la razón. Mecachis...
Se nos separa la monarquía y todavía nos andamos preguntando cómo vamos a pagar dicho divorcio, el coste de la manutención de los retoños, el nuevo pisito (?) del Marichalar y que sus ingresos sigan rondando sus mil millones que estaba cobrando hasta ahora. A su ex lo que le de la Real...Casa. Y los de arriba...mecachis.
Y los de abajo, los mileuristas y los que no llegan a esa cantidad y encima tenemos que aplaudir con las orejas las pseudo ayudas gubernamentales de los 400 euros. A tragar que parece que es lo nuestro, que nos van las ruedas de molino y las aspirinas sin agua, que para eso está el bicarbonato. Para las tragaderas.
Mientras hay gente que se escoña para levantar esta piel de toro antes de que nos cornee. Pero sigue habiendo mucho gatito maullador delante de las rapaces habituales más empeñadas en dar hostias desde púlpitos o desde ayudas humanitarias, fusil anti somalí en mano. El día que levanten la voz los parias, de una vez, va a cantar un carro.
Ya se sabe, gallo que no canta, algo tiene en la garganta. (Y encima, las Navidades encima, para estar enracimados y hacinados, haciendo gorgoritos para llegar a final del mes de Febrero, que encima son carnavales)
Lo dicho. No nos llega, que luego llegan los Sanjuanes y esa es otra.