Este comentario aparece hoy en la prensa y, por su interés le transcribo tal cual. Sigue habiendo sinvergüenzas, cagones, hijos de puta y caga mandurrias como de costumbre. Hasta que les demos cuatro palos bien dados
Alertan del saqueo de material en un tramo del yacimiento de Deóbriga
La zona ha sido escrutada con detectores de metales y han desaparecido piedras de los muros sacados a la luz
28.02.11 - 02:45 - C. ORTIZ | MIRANDA DE EBRO.
El expolio de restos también se ha detectado en el entorno del castillo de La Picota
Sólo son piedras. Es verdad, al menos sacadas de su contexto, pero no son únicamente eso si se encuentran en un yacimiento arqueológico como el de Arce-Mirapérez, de donde han desaparecido ya unas cuentas. Por sí solas no tienen valor, pero todas son necesarias para
No es lo único que ha desaparecido. Algunos ciudadanos también han observado a gente inspeccionando la zona con detectores de metales. El problema no está en que se pase por encima de los 3.800 metros excavados hace unos meses por la empresa Ondare-Babesa a petición de la Junta, para saber cómo afectaría la construcción del vial a los restos arqueológicos. De allí se sacó prácticamente todo el material sensible y una vez procesado e inventariado se depositará en el Museo de Burgos.
Lo peor en este caso es que son evidentes los signos de que se han hecho agujeros en el resto de la finca. «Eso es un delito contra el patrimonio, está perseguido y la Guardia Civil les puede detener», aseguraron expertos en la materia. Durante el proceso de excavación el equipo responsable del mismo ya dio parte al Seprona de algunos movimientos no autorizados ni permitidos que se habían dado durante los fines de semana, cuando no había nadie en la zona. De hecho, se reforzó la vigilancia.
Lo que se pretende no es preservar piezas de un cierto valor económico, si no de gran peso histórico. A historiadores y arqueólogos, las piezas por sí mismas nos dicen pocas cosas. Necesitan un contexto y eso es lo que se destruye cuando entran», explicaron. La información estratigráfica del lugar en el que se encontraba la pieza desaparece y ese es «una daño irreparable» que, evidentemente no tiene nada que ver con el dinero, si no con la comprensión del entorno donde se está excavando.
Deóbriga no es el único sitio por donde han pasado. Al parecer, el entorno del castillo de La Picota también ha sido recorrido palmo a palmo con detectores de metales. Y es que por tener un aparato de esos sólo requiere hacer una inversión económica que puede rondar los 1.800 euros si se adquiere uno de los más modernos que son capaces de discriminar la búsqueda del metal que se le indique.
En principio, el simple hecho de 'buscar' y que cuando se encuentre algo la máquina emita un pitido no supone ningún problema. La ilegalidad no aparece hasta que se remueve la tierra del lugar señalado. «No se puede entrar a un yacimiento arqueológico inventariado pasar el detector, levantar la tierra y llevarse lo que hay debajo», aclararon. En el momento que se altera el subsuelo necesitas una autorización y una formación que te permita hacer ese trabajo.
Pese a que hace muchos años que se habla de la existencia de restos históricos en el entorno de Arce-Mirapérez, la zona se había librado de los saqueos hasta ahora. Hasta que no se han hecho las excavaciones no han empezado a suceder. Pero tener la zona vigilada permanentemente es imposible, por lo que lo único que se puede hacer es pedir la colaboración ciudadana para que si ve a alguien llevándose material de la alerta.
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