Estos incidentes aceleraron la acción de la oposición democrática, y su unidad de acción. La Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia se fusionan en la Coordinación Democrática o Platajunta el 26 de marzo. Esta nueva junta ejerce mayor presión política sobre el gobierno, exigiendo amnistía, libertad sindical, democracia y rechaza las leyes reformistas.
Una comisión del Parlamento Vasco consideró responsables políticos de los sucesos a los "titulares de los ministerios actuantes en este conflicto": Manuel Fraga Iribarne, ministro de Gobernación (en Alemania durante los sucesos, ejerciendo la titularidad en funciones Adolfo Suárez), Rodolfo Martín Villa, ministro de Relaciones Sindicales, y Alfonso Osorio, ministro de Presidencia.1
Este hecho muestra la divergencia de la nueva Iglesia con el franquismo desde 1965. Y es que si bien en los primeros años de la posguerra justificó la cruzada anticomunista, tras el Concilio Vaticano II se acercó a los trabajadores debido sobre todo al cambio generacional.
Reparación y reconocimiento de las víctimas
Tras la investidura a la presidencia del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el grupo del Partido Nacionalista Vasco formuló el 19 de mayo de 2004 una pregunta al senado en la que se interesaba por el esclarecimiento de los hechos de Vitoria.2
En 2006, la propuesta de ley de Memoria Histórica considerará[cita requerida] a las víctimas de este suceso como víctimas de la dictadura, pues ocurrió 3 meses y medio después del fallecimiento de Francisco Franco.
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