CHACOLÍ, EL QUE NOS QUIEREN ROBAR LOS VASKITOS (TERCERA PARTE)

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Los productores burgaleses buscan crear una asociación para defender su caldo
20.11.10 - 02:57 -
SALVADOR ARROYO
El núcleo de productores del norte de Burgos ya vela sus armas para la batalla del chacolí. Una reunión calificada de «informal», celebrada ayer en el despacho de un abogado en la capital de la provincia castellana, puede sentar las bases para que el más de medio centenar de cosechadores de Miranda y su comarca, la Bureba, el Valle de Mena, las Caderechas y el Valle de Tobalina, adopten la vía del asociacionismo. El objetivo: legitimar su caldo.
«El encuentro ha servido como toma de contacto. Con el jurista, hemos asistido técnicos y varios productores», explica uno de los presentes, Rafael Ocete, autor del estudio sobre el chacolí burgalés presentado en el Foro Mundial del Vino. Ayer apenas había ocho personas en la sala, pero estaban todas las zonas de viñedos representadas. Fue una reunión de la que se extrae una «declaración de intenciones». Pero que hoy cuenta con seria cobertura política.
El paso dado por la Diputación de Burgos es ejemplo de ello. El martes aprobó una moción para defender el caldo local, se comprometió a habilitar una partida económica para 2011 e, incluso, apuesta por crear un centro de estudios que refuerce la calidad del producto en San Miguel del Monte. Revertir lo que aquí se ha denominado 'blindaje vasco' del chacolí es su objetivo; el mismo que perseguiría la moción que se votaría en las Cortes regionales para instar a Madrid a defender los intereses burgaleses.
«El compromiso es sondear a productores y a empresarios, cada uno en su zona, para apoyar la asociación. Pero no hay plazos», precisa Ocete. El despacho de abogados trabajará también en «concretar cómo está la situación»; en analizar el contenido de la legislación y buscar sus puntos más endebles.
El sindicato agrario Asaja se sumó ayer a la polémica reclamando a todos los partidos políticos que defiendan la producción de chacolí por entender que «está perfectamente acreditada en los últimos siglos en Burgos». Destaca que hay estudios y proyectos para resaltar el cultivo de vides en Merindades y Poza de la Sal. Y sin cuestionar las denominaciones de origen del txakoli de Getaria, Álava o Vizcaya, «queremos que nos dejen a los burgaleses producir y vender el chacolí de Burgos de toda la vida».

La Diputación de Burgos acuerda por unanimidad solicitar la marca 'chacolí'
El PNV ha solicitado que esta denominación no pueda ser utilizada fuera del País Vasco, una iniciativa a la que también se opone Cantabria

16.11.10 - Burgos ha aprobado por unanimidad entre PP, PSOE y Solución Independiente, solicitar que la denominación 'chacolí' pueda ser utilizada por los productores de este tipo de vino del norte de la provincia y consignar partidas presupuestarias en 2011 para desarrollar esta producción. El PNV ha solicitado en las Cortes Generales que la denominación txakoli no pueda ser utilizada fuera del País Vasco, una iniciativa a la que se oponen los partidos políticos de Burgos y de Cantabria.
En la propuesta aprobada en la Diputación de Burgos, se expresa la "preocupación" por recuperar un producto que "forma parte del acervo patrimonial del noreste de Burgos". En este sentido se señala la "posición obtusa del nacionalismo vasco", al que se acusa de querer "blindar" esta producción a los límites del País Vasco e impedir utilizar este término fuera de sus límites administrativos.
El acuerdo implica el compromiso de desarrollar el proyecto para la recuperación del chacolí de Burgos e instar a la Junta de Castilla y León y al resto de administraciones a coordinar acciones que promuevan el cultivo y producción de este tipo de vino en la provincia, para lo que habrá una partida presupuestaria de la Corporación provincial en 2011.
La propuesta ha estado a punto de contar con el voto en contra del Grupo Socialista, que ha considerado que se había "traicionado" su confianza por varias declaraciones públicas de responsables del PP, que gobierna en la Diputación, en las que se consideraba responsabilidad el actual Gobierno central el "blindaje del término chacolí " para el País Vasco.
El Grupo Socialista en la Diputación Provincial ha afirmado que no se puede expresar la oposición a cualquier intento de "blindaje" del término cuando está blindado desde 2009 por un acuerdo del Gobierno Vasco con el Gobierno del PP que entonces presidía José María Aznar.
Además, ha insistido en la responsabilidad de la Junta, que ni siquiera respondió a las solicitudes que el Ayuntamiento de Miranda de Ebro formuló en 2004 y 2005 para que se iniciaran los trámites para poner en marcha una denominación de origen para el chacolí que se produce en la franja de Burgos que va desde Miranda de Ebro a la comarca de Las Merindades y el Valle de Mena

Burgos abre la guerra del 'chacolí'
Reclama que los caldos del norte de la provincia puedan venderse bajo la marca propia de los vinos blancos vascos
17.11.10 - 02:48 -
KOLDO DOMÍNGUEZ
No es lo mismo pedir un fino que una manzanilla, ni comprar un champán que un cava, ni paladear un coñac que un jerez. En el mundo de los caldos, todo está muy claro. Como ocurre con el txakoli, un vino blanco que se produce en el País Vasco bajo alguna de las tres denominaciones de origen autorizadas (Vizcaya, Álava y Getaria). Es un axioma aceptado por todos... hasta ahora. La Diputación de Burgos acordó ayer por unanimidad solicitar al Ministerio de Agricultura que los vinicultores del norte de la provincia -no más de una veintena, con una producción muy limitada- puedan distribuir sus productos bajo la marca 'chacolí'. Y claro, la polémica ha subido como la espuma.
Los defensores de esta propuesta utilizan razones históricas para subirse a la parra. Aseguran que en la zona de La Bureba, en el valle de Tobalina, en el de Mena y en Miranda los 'chacolíes' eran habituales hasta mediados del pasado siglo y que incluso hay pruebas de que este tipo de vino se producía en esta comarca hace 800 años. «Debemos recuperar un producto que forma parte del acervo patrimonial del noreste de Burgos», recoge con solemnidad el texto aprobado ayer por la Diputación.
Al norte de Pancorbo, en cambio, no quieren pagar esta ronda ni pasar ningún mal trago con este tema. «Nosotros llevamos trabajando muy duro desde hace quince años para lograr un producto de calidad, y ahora solo quieren subirse al carro», explica contundente Anton Txapartegi, secretario técnico de Bizkaiko Txakolina. Sus argumentos para oponerse al 'chacolí' van desde el tipo de uva al de suelo y el clima, y todos confluyen en una idea: todos son vinos blancos, pero son diferentes. «Y no se puede ofrecer al cliente como si fueran txakoli de verdad. Sería engañar al consumidor», sentencia.
El problema de esta disputa, como todas las fronterizas, es que tras el primer sorbo surge un regusto avinagrado a confrontación política. Desde Burgos se dice que «querer blindar» la producción de este vino a los límites del País Vasco es una «posición obtusa del nacionalismo vasco». Así interpretan las mociones presentadas en las juntas generales de los tres territorios y en el Parlamento de Vitoria por el PNV en apoyo del blindaje de las denominaciones de origen vascas.
Al Bizkaiko Txakolina, en cambio, no le va bien este maridaje y quiere «despolitizar» la cuestión. «Los que deciden son los técnicos del Ministerio. Y fueron ellos los que en 2002, con un Ejecutivo del PP, los que incluyeron 'chacolí / txakolina' como un término de uso restringido y controlado dentro del reglamento comunitario que regula el etiquetado de los vinos. Y han sido ellos los que en 2009, con el PSOE en el Gobierno, han ratificado el nivel de protección», describe Txapartegi.
El buen buqué parece garantizado para los caldos vascos... de momento. En Cantabria comienzan a movilizarse para incluir también sus vinos en esta marca y hasta en Argentina ha surgido algún avispado productor que desea comercializar 'chacolí' como si fuera txakoli. «Y no es lo mismo».



Los consejos reguladores mantienen litigios en Argentina y Luxemburgo por utilizar el nombre de forma indebida
Los productores vascos temen el cierre de bodegas si otras comunidades usan su denominación
«¿Qué pasaría si a la denominación de origen Penedés le cambiáramos la 's' por la 'z' y empezáramos a producirlo en Llodio? Nos estaríamos aprovechando de su fama y menospreciaríamos el trabajo de sus productores». Rosa Segurola, de la bodega Beldio Txakolina, utiliza esa analogía para ilustrar la polémica que ha suscitado la petición de la Diputación de Burgos para utilizar la denominación de origen 'chacolí' en las zonas limítrofes con el País Vasco, una solicitud que respalda la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria. Una iniciativa calificada de «oportunista» por los vitivinicultores vascos, un sector que después de más de 20 años de trabajo ha logrado un prestigio y una creciente cuota de mercado que podría verse amenazadas por intentonas de ese tipo, contrarias a la legalidad.
Los productores de txakoli están convencidos de que la cuestión no pasará a mayores. Están tranquilos, más aún después de la reunión que los secretarios de los consejos reguladores de las tres denominaciones de origen -Bizkaia, Getaria y Araba- mantuvieron el pasado jueves con el Departamento vasco de Agricultura. «No solo nos ampara el Gobierno vasco», explica José Antonio Merino, secretario general del consejo regulador de la denominación de origen de Álava. «También el Ministerio de Agricultura recoge que el txakoli es una producción exclusivamente vasca». E incluso la UE respalda esta postura. «Existe un reglamento europeo de 2002, ratificado el pasado año, que especifica que el término 'txakoli' solo lo pueden utilizar las tres denominaciones del País Vasco», apunta Ruth Mozo, secretaria general de la denominación de origen de Getaria. «Por eso no estamos especialmente preocupados».
Esta tranquilidad no quita que el sector se haya indignado por la solicitud burgalesa, que supone, en su opinión, un intento de usurpar una marca de éxito. «Se trata de pequeños agricultores que han nacido a la sombra del txakoli y que tienen cultivos para el autoconsumo que han querido subirse a nuestro carro», expone Manu Calera, director técnico de las bodegas Virgen de Lorea. «No viene de un sector profesional como el nuestro». Para Rosa Segurola, además, sería una injusticia de cara a los productores que llevan años invirtiendo en un producto de calidad. «La denominación de origen ya no tendría valor porque cualquier viticultor con un vino parecido podría optar al mismo reconocimiento».
No es la primera vez que otros territorios reclaman el uso de la denominación 'txakoli' para sus vinos. «Hasta ahora, hemos conseguido que no se utilice la marca indebidamente mediante requerimientos notariales», explica Merino. «Incluso tenemos altos litigios en Argentina y Luxemburgo, pero hasta la fecha no se había metido una institución. Cuando esto sucede, las cosas pueden ponerse más serias».
Bodegas en peligro
Tan serias que, para Antón Txapartegi, secretario general del consejo regulador de la denominación de origen de Vizcaya, la irrupción en el mercado de unos caldos de características diferentes y muy distinto proceso de producción supondría un terremoto para el sector. «Se produciría un desequilibrio muy grande que implicaría un importante reajuste y podría conllevar la desaparición de las bodegas más pequeñas o con problemas económicos. Pero dudo mucho que esto llegue a suceder», señala.
El sector del txakoli empezó a activarse en la década de los 80, cuando inició su profesionalización. Hasta esa fecha, este vino llevaba siglos produciéndose en los caseríos de forma completamente artesanal, únicamente para el consumo propio. Una tradición que se estaba perdiendo. En 1989, fecha en que el txakoli de Getaria fue reconocido como denominación de origen, la superficie de viñedos en esta zona era de 50 hectáreas. En la actualidad son 400, y cuenta con 24 bodegas. En 1994, cuando se reconoció el txakoli de Vizcaya, su superficie cultivable era de 60 hectáreas, mientras que ahora es de 338, con 56 bodegas. Álava ha sido la última denominación en ser aceptada, en 2002, y desde entonces ha duplicado sus tierras de cultivo hasta las 100 hectáreas y siete bodegas.
En estos años, los tres consejos reguladores han luchado para sacar del ostracismo al txakoli y construir un sector que en 2009 movió cerca de 13 millones de euros. «Era un producto que estaba semi abandonado cuando se recuperó», apunta Calera. «Cada cual producía a su manera, casi para autoconsumo». Además, el País Vasco no era conocido por ser precisamente una buena zona vitivinícola. «Los vinos vascos que se habían consumido a lo largo del siglo XX tenían poco valor enológico. La imagen del txakoli entre los consumidores ha sido muy negativa hasta mediados de los 90», afirma Garikoitz Ríos, director técnico de bodegas Itxasmendi. «En ese momento, se dio un salto cualitativo en el proceso de elaboración con la mejora de las instalaciones en muchas bodegas y la formación de personal especializado, lo que ha permitido seguir innovando y mejorando la calidad del vino».
Récord de producción
El aumento de la producción ha sido paralelo a esta mejora en su aceptación. En los últimos diez años, se ha consolidado una línea ascendente -favorecida por una creciente demanda- que ha propiciado que la cifra se haya doblado con holgura. En 2000 se produjeron cerca de 1,4 millones de litros de txakoli, mientras que el pasado ejercicio se rozaron los 3,1 millones. Este año se rondarán los 3,2 millones, lo que constutuirá un nuevo récord. A pesar de la crisis, las tres denominaciones estiman que en 2010 tampoco va a haber excedentes. «Ha costado un poco más vender el producto, no se ha hecho tan alegremente como en otras ocasiones, pero casi vamos a enlazar una campaña con otra, lo que es una buena señal», asegura Mozo.
La fama del txakoli ha traspasado fronteras y cada vez hay más países que se han dejado seducir por las bondades de este caldo. Estados Unidos, Japón, Alemania y, más recientemente, China son los mercados a los que se dirigen la mayoría de las ventas en el exterior. Álava es la provincia que más exporta, cerca de un 20% de su producción, 74.000 botellas en 2009, un 60% más que el año anterior. A una de sus bodegas, Beldio Txakolina, las ventas en el extranjero les han salvado el año. «Podemos acabar 2010 exportando el 15% de nuestra producción, lo que supone el triple respecto al año pasado», afirma Segurola. En Vizcaya y Getaria, esta cifra es menos representativa, un 8% y un 6% respectivamente, aunque globalmente son muchas más botellas.
Todos estos esfuerzos han llevado a que el txakoli sea considerado por los consumidores un producto de alta calidad. Ellos también resultarían ellos perjudicados si la denominación de origen se ampliara a fuera del País Vasco, coinciden. Según el director técnico de Virgen de Lorea, «estarían engañando al cliente al ofrecerle un vino denominado 'chacolí' pero que no es txakoli», ya que no se ha elaborado con las variedades autorizadas ni siguiendo los mismo procesos de producción. «Todos esperamos que la cosa no pase de estos días y se quede en una anécdota».

Mesa de crisis por el txakoli
Los tres consejos reguladores analizan hoy con el Gobierno vasco la estrategia a seguir ante la posible llegada al mercado del 'chacolí' de Burgos


3 millones de litros de txakoli con Denominación de Origen de Vizcaya (1,2 millones), Getaria (1,6 millones) y Álava (252.000 litros) salieron al mercado el pasado año.
Los productores de txakoli con Denominación de Origen del País Vasco están pasando un mal trago. La noticia de que a los viticultores del norte de Burgos se les podría permitir en adelante embotellar el caldo de sus uvas bajo la marca de 'chacolí' ha hecho sonar la alarma en las bodegas de Euskadi. De hecho, los representantes de los consejos reguladores de Vizcaya, Getaria y Álava tienen previsto reunirse a lo largo de la jornada de hoy con los responsables del Departamento de Agricultura del Gobierno vasco para determinar la magnitud y las consecuencias que podría acarrearles la distribución del producto burgalés con idéntico nombre que el caldo autónomo, salvo por la variación tipográfica al utilizar el nombre en castellano.
«No queremos entrar en polémica. De momento tenemos pensado crear una mesa de crisis con el fin de recabar más información sobre este asunto, analizar propuestas y establecer una estrategia de comunicación entre todas las partes. También convendremos si hay que recurrir a los servicios jurídicos para medir el alcance que pueda tener todo esto», apuntó el secretario técnico del Consejo regulador Bizkaiko Txakolina, Antxon Txapartegi. Su postura, al igual que la del resto de los productores es clara: «la idea de comercializar el 'chacolí' no nos gusta nada. Tanto el sector como las administraciones vascas hemos trabajado durante más de 20 años en dotar del prestigio del que goza actualmente nuestro vino para que ahora vengan otros y se aprovechen de ello», denunció.
En similares términos se expresaba también el propietario de la bodega Doniene Gorrondona de Bakio, Andoni Sarratea. «Me parece que es puro oportunismo. Además, si se escudan en el hecho histórico de que esta variedad de vino era habitual también en su zona, que no hubiesen esperado tanto tiempo en empezar a comercializarlo. Es como si ahora se les ocurre decir en Aragón que van a producir 'Rioja' porque en España ya se hacía vino desde la época de los romanos», ironizó. Pese a todo, la amenaza del 'chacolí' «no me quita el sueño porque, aunque tanto en Burgos como en Cantabria sabemos que este vino tiene su mercado porque hay muchos vascos con segunda residencia en esas comunidades, el consumidor sabe muy bien reconocer el origen de nuestro vino».
En Itsasmendi, la bodega que cuenta con la mayor extensión de viñedos propios -casi una treintena de hectáreas- de entre las que están adscritas a Bizkaiko Txakolina, se muestran, sin embrago, más preocupados por el nacimiento de un caldo competidor en Burgos. Garikoitz Ríos, director técnico de la firma, cuyas instalaciones se ubican en Gernika, califica el hecho de «egoísmo comercial». «Nosotros ponemos el vino de moda y luego otros se suben al carro para sacar el rendimiento económico inmediato», criticó. En su opinión, además, existe el peligro de que no se controle el origen de la producción «como está ocurriendo en otras zonas de España» y se elabore el vino bajo la marca de Denominación de Origen, pero con uva que no es propia de tierras burgalesas.
«Por cuatro perras»
Los productores de Álava y Guipúzcoa son de la misma opinión. «Todo el mundo sabe el excedente de uva que hay en otras comunidades. Si no se lleva a cabo un control exhaustivo, como sucede en Euskadi, los burgaleses pueden comprar toda la uva de fuera que quieran a cuatro perras y luego comercializar el vino a muy bajo precio», incidió un bodeguero alavés.
Entre los viticultores vascos tampoco ha sentado nada bien que se haya «politizado» la disputa surgida en torno a este caldo. «Nadie ha dicho nunca que los vascos nos atribuyamos la paternidad del txakoli porque ya sabemos que muchos años atrás, al igual que en Euskadi, se producía también en otras zonas», matizó Sarratea. Asimismo, el secretario técnico de Bizkaiko Txakolina también lamenta que en Burgos opinen que limitar la producción del txakoli a Euskadi responda a una «posición obtusa del nacionalismo». «Mezclar este asunto con el tema político ha sido muy desafortunado», apuntó.
La Diputación de Burgos aprobó el martes -por unanimidad entre PP, PSOE y Solución Independiente-, solicitar que la denominación 'Chacolí' pueda ser utilizada por los productores de este tipo de vino del norte de la provincia.

Unzalu: «Burgos y Cantabria no cumplen la normativa para comercializar txakoli»
La consejera de Agricultura advierte de que existen tres denominaciones de origen y están en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa
- 27.11.10
La consejera de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, Pilar Unzalu, advirtió ayer que provincias como Burgos o comunidades autónomas como Cantabria no pueden utilizar la denominación de origen del txakoli porque incumplen «la estricta normativa» vigente en la actualidad y, por lo tanto, tampoco están en disposición legal de comercializar este tipo de caldos. Durante su intervención en el Forum Europa, que se celebró en un céntrico hotel de Bilbao, la responsable detalló que Euskadi cuenta con denominaciones en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, y «tener estos tres reconocimientos significa que se ha cumplido con una normativa muy estricta».
Unzalu recordó a las comunidades limítrofes que las bodegas vascas llevan trabajando más de dos décadas para mejorar este vino y cumplir todos los requisitos y parámetros de calidad exigidos para poder crear una denominación, por ejemplo, «en cuanto a cantidad de kilogramos recogidos por hectárea o graduación de la uva». Al respecto, la consejera pidió que «el resto de los vinos que quiera usar esa denominación, utilicen esa estricta normativa» y incidió en que «en estos momentos no están en disposición de poder utilizar ese término». Por ejemplo, en el norte de Burgos hay unos 70 productores de chacolí -40 en el Valle de Mena, 10 en el Valle de Tobalina y 20 en La Bureba-, y la posición del Gobierno vasco sobre este asunto es clara: «ahora no están en situación de cumplir los requisitos que exige una denominación de origen». Una situación similar se da en la zona costera de Cantabria, aunque en menor medida, ya que hay apenas una decena de pequeños productores.
El viceconsejero de Agricultura, José Luis Anda, se reunió la semana pasada con los responsables de los tres consejos reguladores vascos para abordar un problema que un futuro puede acabar en los tribunales. De momento, decidieron enviar una carta al Ministerio de Agricultura, a la Junta de Castilla y León y a la diputación burgalesa. En la misiva les explican que los reglamentos actuales establecen que la producción vasca «es la única legalmente amparada» para la utilización del término y advierten de que un uso ilícito de la mención «chacolí-txakolina», sería «sancionable».
El Ejecutivo de Patxi López ha decidido dar más pasos para evitar «desmanes» y ha dejado claro que actuará «en defensa de los intereses del sector» ante las instancias oficiales que correspondan. En esta línea, la consejería de Agricultura «intensificará la vigilancia» en el mercado para detectar posibles irregularidades en la comercialización de estos caldos.
Apoyo del Congreso a la Denominación de Origen vasca - 18.11.10


La polémica sobre el txakoli no es nueva. De hecho, con el fin de defender la Denominación de Origen de los caldos que se producen en el País Vasco -Vizcaya, Álava y Guipúzcoa-, el PNV presentó en octubre pasado en el Congreso de los Diputados una proposición no de Ley que contó con el respaldo de todos los partidos políticos con representación en la Cámara. Con anterioridad, los jeltzales buscaron el apoyo de las tres diputaciones y el Parlamento vasco, aunque con resultado desigual. En las Juntas Generales de Vizcaya la propuesta no salió adelante al votar en contra los junteros del PSE y el PP.
Sin embargo, con la decisión adoptada poco después en Madrid, los peneuvistas lograron el blindaje de la Denominación de Origen. En principio, los términos txakoli, chacolí, txakolín, chacolín y txakolina no pueden ser utilizados por productores de vino blanco que, aunque sea similar, se elaboren fuera de la comunidad autónoma vasca. La medida fue recibida con júbilo en el sector al considerar que era «de vital importancia el reconocimiento y un paso más para dignificar este caldo vinculado y enraizado a la historia de Euskadi», aunque en algunas comunidades limítrofes no sentó nada bien.
La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria puso el grito en el cielo ya que, en su opinión, los vinos elaborados en la costa de Cantabria pueden llamarse chacolís de forma legítima, porque «hay constancia de que las producciones de Santander, Colindres, Arnuero, Meruelo o Noja distribuían con ese nombre desde hace siglos». «Además, el actual Vino de la Tierra Costa de Cantabria se elabora con las mismas uvas que el producido en Euskadi», argumentaron.
El chacolí Término de Miranda será presentado en sociedad el jueves 23
Los impulsores buscan la recuperación y puesta en valor de un producto tradicional tanto en la ciudad como en el norte de Burgos



En los alrededores de Miranda, en puntos como Ayuelas, Ameyugo y Santa Gadea, perviven plantaciones de vid.
Miranda y el chacolí van a estar íntimamente ligados y de un modo más sólido a partir del próximo jueves 23 de diciembre, cuando una nueva marca de la tradicional bebida que históricamente se producía y se consumía en Miranda sea presentada oficialmente en sociedad. Se trata de un chacolí que forma parte de un interesante proyecto impulsado por un grupo de mirandeses que quieren recuperar y poner en valor este popular producto.
La cita está fiada para el próximo jueves a las 20.00 horas en uno de los sitios del Casco Viejo de la ciudad donde se servía esta bebida, el bar Trujal, en calle La Fuente. Será ese día, uno antes de la Nochebuena, cuando se detallen las características del proyecto, su gestación, sus impulsores, sus dimensiones y sus aspiraciones de futuro para posibilitar una producción estable de este vino.
Se trata de un proyecto cien por cien mirandés, ya que para su elaboración se han usado las viñas del entorno, y de hecho, los promotores le han dado a este chacolí el nombre de Término de Miranda. Para ello se ha aprovechado la pervivencia de un reducido número de hectáreas de viñedo en los alrededores de Miranda, principalmente pequeñas parcelas ubicadas en Santa Gadea, Ameyugo o Ayuelas, cuyas uvas sus propietarios han seguido utilizando para elaborar chacolí para consumo particular.
La producción de esta bebida en la ciudad no es nueva como tampoco lo es en otras zonas del norte de la provincia. De hecho, bajo el nombre de chacolí sitios como Chamorro, Samuel, Pildorita o el Manquillo, ente otros, expedían a diario este vino que era elaborado en pequeñas bodegas y con las uvas del entorno. Con estas bases, un grupo de expertos en la materia encabezados por Rafael Ocete, ya presentaron a principios de este año un estudio sobre el chacolí en el norte de Burgos.
Es más, según los estudiosos y los aforos de vino de Miranda, a finales del siglo XVI se producían 40.000 cántaras de chacolí, unos 645.200 litros.
En ese mismo estudio se refleja que hacia el año 1629 el número de bodegas, cuevas y casas para la elaboración enológica en la ciudad superó las 100.

En el País Vasco

Las intenciones de estos aventureros mirandeses está clara, aunque seguramente cuando decidieron llevar adelante esta iniciativa no se imaginaron que, de forma paralela, el País Vasco presentaría hace algunas semanas sus intenciones de blindar el nombre del producto, exclusivamente para los caldos que se producen desde hace muchísimo tiempo en Euskadi.
Mucho menos esperaban la reacción de la Junta de Castilla y León y la de la Diputación de Burgos, que luchan en ambos casos para que se preserve el derecho de los productores burgaleses de zonas como Miranda, Bureba o Merindades, a elaborar, y si así lo decidiesen comercializar, el chacolí por ellos producidos con este nombre.
Es más, la propia Diputación de Burgos aprobó en Pleno un documento en el que instaba a la realización de un plan que permita la promoción del cultivo y la producción de esta clase de vino blanco, e incluso comprometía presupuesto para el 2011 y ofrecía un espacio en San Miguel del Monte para hacer un centro de estudios sobre el chacolí de Burgos.

Miranda reivindica su producción de chacolí en MadridFusión 2011
El cocinero Martín Berasategui ensalzó la iniciativa, porque «todos los vinos tienen su sitio si son de calidad»
- 27.01.11

El chacolí mirandés se convirtió ayer en protagonista principal del expositor Burgos Alimenta en la cumbre internacional de gastronomía MadridFusión 2011 y logró sorprender a numerosos profesionales del sector que tuvieron la oportunidad de degustarlo. Uno de ellos fue Martín Berasategui que elogió el caldo Término de Miranda cuando uno de los responsables del proyecto, Koldo Madariaga, le invitó a probarlo.
De hecho, el cocinero vasco, no dudó en ensalzar esta iniciativa, alegando que todos los vinos tienen su sitio si son de calidad. Había oído hablar de él pero no lo había probado. Ayer lo hizo y, en palabras del bodeguero mirandés, «le pareció un buen producto y nos animó a hacer las cosas bien».
No fue el único. La valoración técnica de expertos del sector que visitaron el expositor fue «muy positiva. Lo encajan de buen grado y gusta». Aunque no siempre es fácil. El chacolí es un producto muy particular, con un carácter propio, distinto al del resto de los blancos. «Te puede gustar más o menos pero siempre llama la atención».
En total, se repartió el contenido de las 12 botellas que Término de Miranda llevó para su presentación en una cita internacional en la que se vieron sorprendidos «por la cantidad de gente que ya nos conocía». Pero, en su opinión, lo mejor de la experiencia es que han sido capaces, en poco tiempo, de trasladar a la opinión pública que «Miranda y chacolí tienen cosas en común, que la gente entiende que ya lo hacíamos hace muchos años. Hemos conseguido ese reconocimiento».
En este proceso han contado con el apoyo de la Diputación de Burgos y de su presidente, Vicente Orden Vigara, que ayer no dudó en coger alguna botella para vender las bondades de este caldo a representantes regionales que asistieron a la muestra.
El responsable provincial valoró las iniciativas novedosas, entre ellas el chacolí, y explicó que «el campo de la alta cocina responde ante las empresas burgalesas que se esfuerzan por innovar y producir alimentos de calidad».
La experiencia ha sido positiva y Término de Miranda tratará de repetir en el futuro, porque sus responsables tienen claro que es ahí donde puede estar su canal de venta. «Ir a este tipo de exposiciones y salir de nuestras fronteras regionales siempre es bueno. Es complicado, pero contamos con la suerte de haber saltado muy rápido al panorama nacional y vamos intentar aprovecharlo».

Y que todo nos lleve a buen puerto. Vamos a llevarnos bien como vecinos.
P. D. : Ésto no tiene pintas de acabar aquí, así que seguiremos dando la brasa.

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