29 DE MARZO. REFLEXIONES.

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Las cosas que tiene Fb. Rebuscando, rebuscando encontré un post al que le dí respuesta en su momento, ambas dos y el resto de comentarios bien valen para ver la Huelga General del 29 de Marzo de 2012 con otro punto de vista, con otra forma de ver la vida, y sin menoscabar la vitalidad que conlleva. La personalidad de José Carlos García Fajardo, de gran magnitud, la podéis encontrar en: http://pensardenuevo.com/jose-carlos-garcia-fajardo/. Asombra lo que el tiempo da de si con este hombre. Y todavía le quedan instantes para lamentarse, observar y escribir.


‎José Carlos García Fajardo:

"He estado allí durante cuatro horas... y se me partía el alma al pensar en qué cenarían, cómo podrían llegar a final de mes, cuantos vivirian apoyados en algún subsidio a una persona mayor, cuantos jóvenes en paro y sin perspectivas de futuro, madres con sus maridos y algún hijo, miles y miles de personas, alguna smuy jóvenes, otras demasiado mayores, cansados...
la terrible elección: qué recibo del mes no pagar esta vez: agua, luz, hipoteca, tienda de comestibles... No sé por qué he sufrido tanto. Al caminar de regreso hasta la plaza de Oriente, veía bari¡es con cervezas, bocadillos, pinchos... mis piernas no podían más, me hubiera asentado a tomar algo y a descansar... pero no era capaz quería llegar a casa... no podí agastar ese dinero... junto al Teatro Real vi a un matrimonio casi de mi edad, él tocaba el acordeón y ambos cantaban... ella me sonrió con sus ojos azules, muy anciana, sin dejar de cantar...se me partió el alma... Llegué a casa y no pude desahogarme como hubiera sido bueno para mi maltrecho corazón. Entre encerrarme a llorar y venirme abajo en mi despacho, bebí cerveza y luego aguardiente de hierbas... ante la desaprobación de los demás. Sçólo pude decir: me siento muy triste porque esto no es justo, no es humano... y me he venido para aquí porque no soportaba ni a Clin Eastwood ni nada. No sé cómo reconoceré este teclado. Y esos cientos de miles de personas... al llegar a sus casas esta noche... muchos si trabajo, otros incapaces de llegar a fin de mes. ¿Qué hemos hecho par amerecer esto? Me sentí hermano de todos, ellos eran mi gran familia y yo no podía ni mirar al cielo ni entrar a tomarme una cerveza y descansar... Perdonadme, esta no es mi noche... es la de todos ellos, y las de tantos otros. Y para mañana me tiene organizada una comida en un pueblo cercano con mis hermanos y el estreno de una obra en El Canal. Hoy, esta noche, así... no creo que pueda más. Tanto sufrimiento, tantas privaciones, tantas personas que tienen derecho a una vida digna... Lo estoy pasando muy mal. Mañana tiene que ser otro día y antes de dormirme trataré de serenarme con la respiración adecuada.
Oh vos omnes qui transitis per viam..."


Respuesta (una de tantas):

Recorriendo las calles de mi ciudad con mi maltecha pierna, la cual cada día por los trombos llevo más a rastras, me sentía igual que el autor del escrito con el cual me identifico. Mirando de reojo, que de frente dicen que está mal visto, ...oteando y escudriñando a hurtadillas a los que se cruzaban, paraban o se adelantaban a mi paso, pensaba en este viernes donde nos toca volver a sobrevivir. Ayer jueves podría decirse que era una jornada, llámala festiva, reivindicativa, anti involucionista, anti sistema. Como quieras y el epíteto que más te cuadre. Pero por las callejuelas y por las anchas avenidas (pocas, esa es la verdad) me permitía el goce, el calvario, el desasosiego de escuchar jubilados de pelo plateado, familias de varios miembros, jóvenes rebeldes o jóvenes estudiantes con la misma premisa en la garganta, la que se va atenazando lentamente hacia un futuro deplorable, oscuro e incierto...Y mañana ¿qué?. Vuelta a hipotecas, a la panadería, al préstamo, al colegio, a la fábrica como si no hubiese pasado nada, la más estricta normalidad. Pero algo ha pasado y en esa base es donde debemos movernos poniendo freno, a costa de lo que sea, a este desmán de regreso al pasado con el que intentan que comulguemos. Basta de piedras de molino y piramidones. Basta ya. Y si que es cierto que me acosté tarde, pensando y mascullando por lo bajines, ronroneando la duda. Preguntándome ¿que podría hacer yo? Hasta que me dí cuenta de que si hacemos caso a nuestro refranero: "Un grano no hace granero,..." serán muchas las fanegas de trigo cosechadas. Seamos pues, de nuevo, no solo hoy, ni mañana, ni pasado, una piña que de sabor dulce al acíbar que destilan los de siempre.

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