MADELEINE PEYROUX, LA SUAVIDAD EN EL JAZZ

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Tenemos la suerte de que esta magnífica vocalista de jazz de voz sensual nos visite dentro de su gira por nuestro país y debiera ser un acontecimiento que los buenos melómanos no tendrían que perderse. Pero ¿quién es Madeleine?
Nacida en 1973, en Georgia, creció entre Brooklyn, California del Sur y París, y fue en esta última ciudad en al que empezó a cantar, uniéndose a varios grupos callejeros que solían actuar en el barrio latino. Posteriormente formó parte de la Lost Wandering Blues & Jazz Band, con la que estuvo de gira por Europa durante varios años. De vuelta a Estados Unidos, debutó en 1996 con el sorprendente Dreamland (Atlantic Records), un disco del que vendió más de 200.000 copias y que le aupó repentinamente a la fama. Pero entonces desapareció, y no se volvió a saber nada de ella hasta ocho años después, cuando en el 2004 editó su segundo trabajo, Careless Love (producido por Larry Klein), esta vez en Rounder/ Emarcy Records, con el que todavía obtuvo mayor éxito y le confirmó como una de las favoritas de la crítica. Ese mismo año también llegó a las tiendas Got You On My Mind, un dúo con William Galison. Del 2006 data su tercer trabajo, Half The Perfect World (Rounder/ Emarcy Records), de nuevo con el productor Larry Klein. En Marzo del 2009, Rounder y Emarcy Records presentan Bare Bones. Se completa su discografía con el recientemente salido de su horno vocal Standin' On The Rooftop (Emarcy/Decca)



Madeleine Peyroux es una de las vocalistas más exitosas del tercer milenio y uno de los mayores prodigios vocales de los surgidos en los 90. Ha sido definida como una nueva Billie Holiday, y lo cierto es que sus voces se parecen, que tienen un timbre similar e incluso un fraseo cercano, pero esa es una comparación que no le hace ningún bien a Peyroux, en parte porque cada una tiene una personalidad muy bien definida, en parte porque comparar a una vocalista con una de las grandes intérpretes de la historia rara vez suele ser en beneficio de la que suscita la comparación. Además, creo que su voz es, sin duda,una de las más destacadas de las descubiertas a finales del siglo pasado. Escucharla permite imaginar el impacto que tuvieron que causar muchas décadas antes artistas como Bessie Smith, Lee Wiley o Maxine Sullivan, pero de momento no ha mostrado la misma capacidad de emocionar con su interpretación, de aunar sentimiento a su privilegiada voz. Ahora bien, esta afirmación, aunque compartida por la mayor parte de críticos, y me refiero a los que saben mucho más que yo, puede ser un tanto injusta, y habría que matizarla. Es cierto que en algunas de sus versiones, especialmente de temas muy conocidos y que ya han sido interpretados por grandes cantantes, se echa de menos algo más de desgarro, que transmita los sentimientos que está cantando (en la mayor parte de los casos, el sentimiento amoroso), pero eso no es impedimiento para que en otras muchas piezas, sean composiciones propias o versiones, sí brille y convenza plenamente. Puede que esta manera de cantar tan desapasionada, como desencantada, sea un rasgo más de su inconfundible personalidad y, por tanto, que no debamos incidir constantemente en su falta de entrega sentimental. En cualquier caso, una de las grandes vocalistas contemporáneas.


(Fuentes:Wiki, acid jazz y archivos propios)

Half the perfect world es, esencialmente, una continuación de Careless love, una segunda parte como las muchas que facturan las empresas estadounidenses dedicadas al entretenimiento. No dudo que Madeleine Peyroux sea una verdadera artista, no un producto de una multinacional (Rounder es una independiente). Half the perfect world es como su segundo álbum, pero más grande y más largo. Más grande porque, naturalmente, han contado con mayor presupuesto, lo que ha propiciado la participación de mayor número de músicos, incluyendo una completa sección de cuerda. Por último, que dure más tiene poca importancia, pero claro, a mayor presupuesto, más tiempo de estudio y, por tanto, mayor facilidad para grabar más temas. Si es que no hay nada como tener todo el dinero que uno necesita para hacer el disco que quiere.
Créditos:
Madeleine Peyroux: voz.
Larry Klein: producción y piano wurlitzer.
Sam Yahel: piano, piano wurlitzer, órgano hammond, órgano Estey.
Dean Parks: guitarra, ukelele.
David Piltch: contrabajo.
Jay Bellerose: batería, cimbales.
Gary Foster: saxo alto.
Scott Amendola: batería.
Larry Goldings: celeste.
K.D. Lang: voz.
Carla Kihlstedt: violín.
Graeme Jennings: violín.
Charith Premawardhana: viola.
Sam Bass: violonchelo.
Till Brönner: trompeta.
Greg Leisz: pedal steel guitar.
Mark Orton: arreglos de cuerda.

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