J. EDGAR (2011) DE CLINT EASTWOOD.

|
"Los miles de criminales que he visto en 40 años de aplicación de la ley, han tenido una cosa en común: Todos y cada uno de ellos eran unos mentirosos." Fuente: Revista News summaries (7 de abril, 1955), "What I Would Tell a Son," Family Weekly (14 de julio, 1963)

"Sólo somos una organización de recogida de datos. Nosotros no exculpamos a nadie. Nosotros no condenamos a nadie." Fuente: Revista Look (14 de junio, 1956)


DURACIÓN: 136 min.
DIRECTOR: Clint Eastwood
GUIÓN: Dustin Lance Black
MÚSICA: Clint Eastwood (¡¡ ¿sorprendente? !!)
FOTOGRAFÍA: Tom Stern
REPARTO: Leonardo DiCaprio, Naomi Watts, Josh Lucas, Judi Dench, Armie Hammer, Ed Westwick,

PREMIOS
2011: Globos de Oro: Nominada a Mejor actor dramático (DiCaprio)
2011: Critics Choice Awards: Nominada a mejor actor (DiCaprio) y maquillaje

"Siendo fiel al carácter discreto de Eastwood, 'J. Edgar' ofrece un tratamiento respetuoso a un tema potencialmente escandaloso, pero un enfoque algo más atrevido a lo Oliver Stone podría haber conseguido una película más viva." (Peter Debruge: Variety)

"Las dos grandes pegas a esta película (por otra parte, impecable): se queda en segundo plano lo esencial (Kennedy, Nixon, Luther King...) y la necesidad de un maquillaje terrible" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)




Nuevo biopic del maestro mr. Clint que no va a dejar el mismo sabor de boca a todo el mundo. A mí, en lo que me concierne, me ha dejado bastante desinflado y con cara de no saber a qué enciclopedia se había ido a leer mister Eastwood para crear un guión que le faltan patas, cojea y tiene más agujeros que un colador de los de antaño. Si que es cierto que una biografía en el cine no se puede alargar más allá de las tres horas pero donde debería haber hecho auténtico hincapié, brilla por su ausencia el inmiscuirse en los temas que claramente obvia, para tener una fijación enfermiza en tres desarrollos en la historia de esta cinta: la relación con una absorbente madre (y un sumiso y absorbido Edgar), su homosexualidad en unas tomas que, aunque evidentes según los historiadores, nunca se pudieron demostrar y su anticomunismo y racismo exarcerbado que llega a molestar, a cansar, a hastiar y hasta a aburrir. Es una de las cosas que se repiten incesantemente durante la proyección. Otra es que cuando Hoover-DiCaprio se quiere desentender de algo o de alguien, se dé la vuelta y musite un lacónico "buenos días" o "que tenga un buen día".


Acertado el trato de sombras, incluso de los tonos ocres, de la imagen (la primera explosión me dió la sensación de que en la sala olía a pólvora) pero inútil buscar alguno de los juicios que llevó a cabo y tratarlos con profundidad. Que nadie espere un metraje largo en el juicio de la Goldman y el matrimonio judío sentenciados a muerte, ni tan siquiera aparecen.
Sin querer abusar de contar nada de la cinta, uno de los detalles chuscos de la misma, teniendo en cuenta la meticulosidad de este director en sus filmes y el conservadurismo y secretismo de Hoover, es la escena del siguiente momento:

Hoover: voy a redactar mi biografía, no quiero que ningún papel salga de aquí
Ed Westwick, ahí el biografista, roba un fajo en un despiste y se lo lleva....


¿Consecuencias? nada, no sale nada, no se habla nada, no se comenta nada, no se enlaza con nada. ¿Dónde queda ese despite entonces? Con lo minucioso que era J. Edgar ¿hemos de suponer que tenía principios de alzheimer y chocheaba?

Históricamente Eastwood resbala probablemente porque es un republicano como la copa de un pino y en el fondo está de acuerdo con que el fin justifica los medios como su personaje Harry Callahan. Para Eastwood, la siniestra figura de Hoover es alguien que no sabe o no quiere, o le gusta la dominación que sobre él ejerce su madre, muy americana ella, que le previene de lo que puede ser un homosexual en el "American way of life". Y Hoover traga con ello a pesar de que nos lo quieran colocar como un amante ardiente en la oscuridad. Por otra, quiere imponer a cualquier precio la seguridad en su querida América teniendo controlados a todos los residentes habidos y por haber con avances que actualmente utilizan todas las fuerzas de cualquier país: el DNI y las huellas dactilares.
La comparación entre ésta de Eastwood y el biopic de Oliver Stone, Nixon, donde tambien sale Hoover dándose morretes, es como juntar a blancos y negros y venderlos en la misma caja. Nada que ver. Clint se queda grisaceo. Stone intentaba humanizar a Nixon, pero sin obviar todo lo malo que hizo. En cambio Eastwood se salta pasajes fundamentales de la vida de Hoover, casi haciendo como si no existieran las décadas de los 50 y los tumultuosos años 60 (McCarthy, la Caza de Brujas, la crisis cubana, el asesinato de Kennedy) en un ejercicio de síntesis por lo menos sospechoso, MUY sospechoso. Como si Woody Allen le hiciese un homenaje a Hitler y a Goering. Y todo ello sin olvidarnos del tratamiento de la figura de Martin Luther King, que esa es otra.

En definitiva, una película tibia, cobarde y excesivamente lenta y morosa. Eastwood debería comenzar a plantearse la jubilación, porque con obras como esta o su reciente "El Intercambio" (otra comedia involuntaria), demuestra que el cineasta está muy lejos del autor que nos brindó obras tan memorables como "Sin Perdón", "Un Mundo Perfecto" o "Mystic River" ( de "La Habitación nº 26")


John Edgar Hoover

John Edgar Hoover (1 de enero de 1895 – 2 de mayo de 1972) fue el primer director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) en su presente forma. Director desde su creación, el 10 de mayo de 1924, hasta su muerte en 1972.
Hoover sobrevivió a la gestión de siete Presidentes, que no pudieron destituirle por el coste político que les implicaba.
Archivos desclasificados demuestran de forma concluyente que agentes del FBI informaban a Hoover con regularidad y detalle de la actividad sexual de los políticos, tanto heterosexual como homosexual. Durante la Guerra Fría (en la década del cincuenta del pasado siglo), el FBI investigó con minucia la vida de políticos, artistas y deportistas. Había información de Pablo Picasso, John Lennon, Marilyn Monroe, Elvis Presley y hasta Lucille Ball.

Cuando asumió Dwight Eisenhower la Presidencia, Hoover tuvo en sus manos el famoso Caso Rosenberg, donde un matrimonio de judíos alemanes fueron acusados de espías y de entregar información a espías rusos para el desarrollo de la bomba atómica. Fueron ejecutados en la silla eléctrica. Años más tarde, se descubrió que uno de los hermanos de la mujer ajusticiada era el verdadero culpable.

Su organización lideró la llamada caza de brujas,en especial en el mundo del cine y de la cultura en general, levantando una verdadera persecución contra los comunistas en todos los ámbitos sociales, en ocasiones acusando de procomunistas a quienes no lo eran.

1 comentarios:

C. Noodles dijo...

Hola TTT.
Me gusta la forma que tienes de opinar y analizar las películas. Original

Todos los maestros se equivocan. Aquí creo que Eastwood no acierta con la película.
Y del maquillaje mejor no hablar... desastroso.

Un saludo, bonito homenaje a Cabrera Infante

Publicar un comentario