EL QUE QUIERA SABER, LA MITAD Y AL REVÉS.

España es maravillosa. No nos falta de nada. Según los gobernautas va a descender el paro hasta términos inverosímiles a partir de este Junio que languidece calurosamente. Pero ahora tendremos que ponernos las pilas.
Dicen esos sesudos doctores que para que el paro baje tenemos que atender a los alemanes y franceses que nos vengan a cuerpo de rey. O sea, que como dice Ramón Cotarelo en uno de sus últimos post, que no nos consideren “matasietes de ceñudo gesto que no tienen en dónde caerse muertos”.
Que llega el verano de horchata y Chanquete, ¡qué guay! Tenemos la suerte de la visita del turismo, esa sagrada panacea anual, que vendrán a ponerme morados de paella barata con arena de playita y mal servida y de sangría de tinto peleón de ese que lo destilan en la Mancha manchega y lo venden rebajado como Rioja de alta alcurnia. Da lo mismo. No se van a enterar. Son guiris. Pero, ¿Qué coño se va a encontrar el fraulein cuando llegue a las tórridas y calenturientas playas de este paisito ocupado por germanos y otros financieros rapiñeros? Nada más fácil que contarles a estos rubios de piel blancuzca y a esas delgadurrias anoréxicas de piernas infinitas y súper, súper, o sea, súper divinas de la muerte, sumando a panzones y jubilados de bigotón tipo morsa, que ¡Ejpaññña va bien! (y tu que lo veas, o que te lo quieras creer. Con la que nos está cayendo. En fin…).



Pues ¡Hala! Vamos a contar mentiras, tralará. Los hijos de Odín o de la Gran Bretaña se lo tragan todo. En teoría…
Verá usted, señor anglófono que no se le entiende un carayo, carayu. Pues anda que no llevamos unos meses agradables, placenteros y de bonanza, estimado blanquito de allende de nuestras fronteras. Todo lo que te han contado es una burda mentira fruto de los contubernios que no cesan. Que no nos quieren las malas lenguas, choni.
Éste territorio, éste país, por llamarlo de alguna manera, ya no se sabe si es el Reino de Jauja o el Principado del Jajajá-Jajá o la República bananera de Tomayá. Y siempre por aquello de que los reinos y los principados e incluso las repúblicas bananeras o no, es una cosa como muy hispánica. Viriato y cha cha chá.
Los territorios intervenidos (yo casi prefería llamarlos ocupados o invadidos, y sin disimulo) de esos que sus mandatarios van cepillándose en sus francachelas todas las faunas que pillan habidas y por haber y sus más altos celadores, cabezas visibles, representantes, esos que tienen complejo de cuchara porque aparte de que ni pinchan ni cortan en Eurobama y sus barrios periféricos, que comen a cucharón y tienen complejo cobarde de avestruz, es algo de fuera de nuestras fronteras. Nosotros somos de otra pana. ¿Du yu andestán, titi?
Lo que de De Guindos es más shulo que “el Punteras” escribiendo rogatorios a Juncker, es tronío o gilipollez innata paseándose por Europa. “No nos hace falta la pasta pero, tú mismo. No nos mandes cantidades, ni condiciones, ni interés, que no interesa. Eso es lo de menos y olé. Firmado: Primer Año Triunfal de Rajoy. Por el Imperio, hacia el Dios del Rouco ”



Así que como suena, tron. Cuando oigas frases como "no subiré los impuestos", "no tocaré la educación", "no tocaré la sanidad", "no congelaré las pensiones", "seré previsible", "no haré amnistías fiscales", "diré siempre la verdad", "llamaré al pan, pan y al vino, vino", "no subiré el IVA" (Cotarelo again) es la verdad pura y dura. Trágala, perro.
Ezte es mi paíz, zeñó guiri. Zi le gusta, pos bien. Y zi no, ahí tiene la puerta. Que a chulapos no nos gana ni la madre que nos parió. Pues que se habrá creído el pintamonas éste. No te jode…
Lo peor es que todavía hay algunos de dentro que también se creen tanta infamia chulesca. Y digo yo. Si nos mienten podríamos optar por mentirles a su jeta. O bien, cada vez que abran la boca estos Cojpedales y compañía, pensar que lo que va a suceder es justamente lo contrario. Es decir. Como dice el titular de este post.
Con Dios, teutón, y vuelva usted pronto que aquí seguiremos. Pobres, chulos, pero honrados. Y muy ejpañoles ¿sabe usté?