Lo imposible (2012)

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LO IMPOSIBLE (2012)

Uno de los carteles de la película que recrea el tsunami

CRÍTICAS SESUDAS.
"'The Impossible' es una de las películas de desastres más realistas a nivel emocional que se han visto recientemente - y ciertamente, una de las más aterradoras en su épica recreación del catastrófico tsunami del 2004" (Deborah Young: The Hollywood Reporter)
"La machacona utilización de la música subrayando los sentimientos es un método tan antiguo como infame. (...) En Lo imposible conviven lo mejor y lo peor. (...) asombroso arranque" (Carlos Boyero: Diario El País)
"Naturalmente que se le pueden poner "peros" a la película de Bayona (...) Es un cóctel muy complicado de hacer, pero la película es absolutamente impresionante" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
                                      


                                                            LO IMPOSIBLE (2012)

 

 
TÍTULO ORIGINAL: The Impossible (107 min. aprox.)
DIRECTOR: Juan Antonio Bayona
GUIÓN: Sergio G. Sánchez
MÚSICA: Fernando Velázquez
FOTOGRAFÍA: Óscar Faura
REPARTO: Naomi Watts, Tom Holland, Ewan McGregor, Marta Etura, Geraldine Chaplin
PREMIOS EN 2012: Festival de San Sebastián: Sección oficial (fuera de concurso)
SINOPSIS: María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos pasan sus vacaciones de invierno en Tailandia. Pero una mañana de diciembre, mientras disfrutan de sus relajantes vacaciones en la piscina tras la celebración de la Navidad y la Nochebuena, un terrible rugido emerge del centro de la tierra. Mientras María se paraliza de miedo, un inmenso muro de agua oscura corre por los jardines del hotel hacia ella. Largometraje sobre el tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004. (FILMAFFINITY)

Cuando se visita un día que la mar está brava de narices el rompeolas de San Sebastián, por mencionar uno que esté cerquita, quién no ha soltando mentalmente la frase de “¡halaaaaaaa, queeeeeee, bonitooooooo!, ¡otra, otraa, otraaa…!” cada vez que una inmensa masa de agua marina golpea contra los acantilados. En Sanse esta vez ha sido la recreación del tsunami asiático, que de bonito no tuvo nada de nada, y de la mano de un director español, Bayona, la que literalmente nos ha golpeado, empapado, tocado y hundido con su recreación de la mala baba que se suele gastar el fraülien Poseidón en “Lo Imposible”, estreno en el mundo mundial, INCLUIDO EL CINE NOVEDADES, este jueves 11, vísperas del Pilar. Y que la Virgen nos pille confesados.
                            



Nos vamos a encontrar ante una buena película aunque los remilgos patrios a los que estamos habituados nos hagan cogérnosla con pinzas. Es lo que tiene que detrás de cualquier cinta murmuremos antes de entrar en la sala lo de: “al loro, que el director es español y con el cine nazional, ya se sabe”. Pues puede ser que esta vez no sea así. Bayona ha creado, con el apoyo de unos intérpretes volcados en sus papeles (aparte de los mayores como la Watts o el McGregor, especial atención a los niños, espectacular el joven británico Tom Holland ) una gran película, una historia emocionante, donde los efectos especiales cumplen sobradamente y visualmente es impactante,( la recreación del tsunami es elevada y sus secuelas con las tomas bajo el agua, asfixiantes), algunas escenas son tan agobiantes que se te pueden retorcer las tripas en tu butaca.
Por una vez y sin que sirva de precedente Juan Antonio Bayona me ha llevado a su huerto marino y doy gracias que no se ha llevado “el gato al agua” Eso para los de Inter Fachonomía. Entrar a la sala donde se exhibía la premiere con lo poco que me había gustado “El Orfanato” (sorry) era entrar en la boca del lobo con el cuchillo montañés en la mano, en plan “Rambo”, por si las moscas y con ”Licencia Para Matar” la película y desguazarla en plan “La matanza de Texas, vs Sanse”. Que no me fío. Pero ¡qué va, qué va, qué va!. Yo leo a Kierkegaard… (Faemino y Cansado, que todavía tienen chispa)

La música (una mini obra maestra) de Fernando Velázquez, arropando otra vez como ya hiciese con la banda sonora de “El Orfanato” con el coro vasco KUP TALDEA, acompaña reveladoramente en todo momento al viejo estilo, llevándonos en volandas al desarrollo final de las escenas (aquello de :”huy, huy, aquí se cuece algo). Como dice en “El Reino” (antiguo rotativo “El País”) Carlos Boyero, los efectos y golpes musicales son tan archiconocidos como infames. Pero para eso están. Que se lo pregunten a la banda sonora de Psicosis o de Tiburón que hubiese sido de ellas sin el soniquete del “ñigo, ñigo, ñigo”.

                            



Para algunos, esta complicidad con el director de seguro que la etiquetarán como manipulación. Pero ¿qué sería del séptimo arte sin manipulación, si no moviese los hilos a su antojo? Es el placer que nos queda al espectador, de sentirse dentro, de ser parte de la historia que nos cuenta mientras estamos cómodamente pegados a nuestra butaca tirando palomitas por el suelo a cada sobresalto que muestre la gran pantalla.(¡Qué grande es el cine!, ¿”Verdá” de la “güena”, mister Garci? Que para su última, no ha hecho usía ni pajolero caso, salvo a “menistros” y “asina” le ha “quedau”: un “shurro”. Una catástrofe. Un tsunami fílmico)
A lo que estábamos, tuerta, que se rifa un ojo. Evidentemente la película, otra vuelta de tuerca dentro del cine catastrofista, se nos presenta en dos apartados previsibles: el tsunami rabioso y demoledor y la reacción de los supervivientes. La primera parte esta rodada como una de las más angustiosas, realistas, viscerales y terroríficas recreaciones visuales de un desastre natural en la gran pantalla. La unidad que consigue Bayona con las vivencias mostradas y el espectador va a ser inevitable. La segunda parte de la película, la empresa de búsqueda y supervivencia de aquellos miembros de la familia que ganaron la batalla contra el poder de la furia del océano busca, no en sí la lágrima fácil, que lo consigue, ni tan siquiera recrearse en la desesperación de aquellos que un brazo de mar les ha dejado con lo puesto, que también, sino un acercamiento a un cúmulo de desgracias y de rabia. Es un camino distinto para llegar a la audiencia dejando a un lado la sangrienta y violenta peripecia de un fenómeno de la Naturaleza. La Naturaleza pide su sitio y lo hace con muy mala leche. Eso pasa por robarle a manos llenas durante tantos años. No nos quejemos.

Resumiendo, “si algo demuestra esta película es que el cine español es capaz de hacer grande producciones de calidad al más genuino estilo de los grandes estudios. Y más aún, es capaz de hacerlo con un presupuesto de 30 millones cuando en USA no lo hubieran hecho por debajo de los 150. Un presupuesto apañadísimo para 25 semanas de rodaje, secuencias que incorporan más de 60 sets diferentes, efectos especiales espectaculares y más de 8.000 extras en pantalla”.(De un coleguilla cinéfilo en la red, tal cual lo puso. Ahora no recuerdo el nombre, sorry otra vez)
Solamente le falta, como hacen los yanquis en sus films, que se vea ondeando en las escenas finales una banderita española… ¡Ah!, ¿se ve?
Que la disfruten y no me lloren mucho.

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